Hace menos de un año la palabra pandemia era sólo digna de un título de película apocalíptica, hoy es nuestra nueva normalidad. Por eso es que tuvimos que adecuarnos a los nuevos términos que esta realidad nos plantea. Desde que salimos de nuestra casa tenemos que pensar en las dinámicas que desde ahora son parte de nuestra vida cotidiana. Y los procesos en nuestra empresa no fueron la excepción. En Enviro no sólo readecuamos los sistemas sino que además logramos encontrar nuevos nichos de mercado que podrían configurar dinámicas permanentes como es el caso de la automatización remota. 

La nueva normalidad

Muchos puestos dentro de la compañía están expuestos al contacto permanente con otros y por tal motivo se determinó la instalación de paneles de policarbonato. “Para cubrir escritorios y lograr el distanciamiento social”, explica Santiago, uno de los empleados. Lo destacable es que cada uno de ellos fue elaborado en la empresa a partir de los materiales: policarbonato compacto y perfiles de aluminio. “Elaboramos unos 15 paneles que hoy son parte de nuestro mobiliario diario”, comenta.  

Además de alcohol en gel, control de temperatura y demás procesos conocidos de protocolo Covid, a los cuales la empresa adhiere en todas sus instancias. 

Reconvertir el trabajo

El proceso de cambio, como siempre sucede, conlleva voluntad y cabeza. Y así fue como en Enviro trasladamos algunos procesos a nuevas dinámicas que resultaron ser perfectamente exitosas. Así, el trabajo remoto se convirtió en una variable válida y eficaz. 

“El trabajo se convirtió en remoto y la posibilidad de poder llevar los proyectos a distancia hizo posible que más personas trabajen en paralelo y en períodos mas largos reduciendo los costos de alojamiento y transporte”, destaca Federico Anatolio Fabiancic empleado de la empresa. Claro que la presencialidad ofrece ciertos factores claves de los que aún cuesta prescindir. “Al no estar presentes se pierde cierta información que a veces puede ser crítica”, agrega Fabiancic. 

Pero la pandemia no sólo reveló nuevas dinámicas de trabajo, sino que además modificó las conocidas superando los resultados. Y así, los casos de éxito comenzaron a surgir en este nuevo marco. “El COVID nos enseñó, tanto en el ámbito laboral como en el privado, que podemos gestionar en forma online y a la distancia muchas más cosas de las que nos imaginábamos”, comenta Miguel Ingrassia, ingeniero de la firma. “El hecho de haber logrado poner en marcha el sistema de control de una planta en Campo Duran, Salta con los programadores conectados desde Mendoza fue algo que, a priori, consideramos imposible. Y el seguimiento y apoyo posterior a los operadores del cliente, con las correcciones en línea que surgieron a medida que iban usando el sistema, terminó siendo más fructífero que si solo hubiéramos viajado una semana o quince días, como era el plan inicial”, finaliza Ingrassia. 

Reconvertir procesos y adecuar dinámicas ha sido el gran desafío de este año. El panorama fue una sorpresa para propios y ajenos, pero puso a prueba nuestra capacidad de adaptación y respuesta frente a los obstáculos. “Logramos implementar en una forma bastante eficiente el teletrabajo”, comenta el director Remo Aragona, “eso ha sido sin dudas un paso necesario pero absolutamente provechoso y fructífero para nuestra empresa.”