Sabemos que el gas es uno de los recursos más importantes para cualquier economía. De hecho nuestro país, ha obtenido grandes ingresos de la mano del gas. “La importancia que tiene en argentina el gas es muy grande y desde tiempos inmemoriales hemos tenido una relación gas/petroleo bastante buena”, comenta José López, vicepresidente de EnviroControl.

Sin embargo el traslado del gas obtenido de la zona sur del país, a las grandes urbes, es uno de los grandes escollos que enfrente el país para proveer a toda la población. “Hasta ahora se ha tenido que importar gas líquido y regasificarlo, y con eso el país invierte muchísimo de las reservas nacionales”, comenta Remo Aragona, presidente de la compañía.

En los últimos años el gobierno nacional trabaja en un proyecto para lograr  poder extraer gas y distribuirlo desde el sur a los grandes centros poblacionales, para evitar de forma que ahora en el invierno el gobierno tenga que invertir, “si el proyecto se concretara sería una gran solución para ahorrar en en subvencionar o comprar el gas y entregar a las industrias, familias y domicilios”, agrega Aragona. 

Expectativas nacionales

Las intenciones existen y las expectativas son enormes. Claro que el proyecto debe finalmente tomar forma y concretarse.“Con el gas que produce la Argentina sería suficiente para poder proveer con Vaca Muerta al consumo local e incluso después poder exportar”, comenta Remo. 

El gas como alternativa limpia

“Nosotros tenemos que pensar que es uno de los combustibles más limpios que hay, tanto en eso tratamiento inicial como en lo que hace a su utilización, ya que el gas es mas controlable en cuanto a residuos y tiene un poco menos de residuos contaminantes que lo que hace a los combustibles líquidos surgidos del petroleo”, comenta José López. Y es que no sólo resulta efectivo en lo funcional, sino que además el gas constituye una opción favorecedora a comparación de otros combustibles utilizados en la industria y en la vida doméstica. 

“El gas tiene la oportunidad de ofrecer movilidad con un buen funcionamiento e incluso mejor de lo que hace un vehículo a combustible líquido: necesitás menos controles y menos mecánica y electrónica para controlar los gases de escape que son bastante más limpios que la nafta o el diesel”, agrega. 

Y no sólo se circunscribe al sector de la movilidad, en el marco de lo industrial, es también un recurso que ofrece ventajas en lo que a ecosistema se refiere: "es un buen recurso para centrales termoeléctricas, porque tiene menos gases de escape de calderas o equipos de control”, finaliza López.